No hace falta mencionar que son pocas las instituciones educativas que cuentan con una extraordinaria reputación en comparación con el gran número de escuelas que existen.
¿Alguna vez te has preguntado cómo se construye la reputación de una escuela? Seguramente estás pensando en la calidad de los maestros, en los precios o en el rendimiento académico de los alumnos egresados, y estás pensándolo muy bien, esos son algunos de los elementos que coadyuvan a conseguir una buena reputación, pero, ¿cómo podemos llegar a esos objetivos?
Como ya lo mencionamos anteriormente, existen un gran número de escuelas que compiten por el alumnado que se encuentra ávido de conocimiento y en búsqueda de excelentes opciones educativas, pero debemos considerar que muchos padres de familia y estudiantes eligen una escuela debido a su reputación.
Tener una buena imagen es una cuestión esencialmente necesaria para distintos negocios y, por supuesto, también lo es para las instituciones educativas, así que vamos a ayudarte con algunos consejos para resolver este tema si es que tienes dudas al respecto. Y si tu escuela tiene una reputación que no es la que realmente quisieras, no te preocupes, estos consejos también te servirán a ti, aunque necesites más tiempo.
Para comenzar a introducirnos en el tema, deberemos plantearnos la manera en que se quiere presentar a la escuela, la forma en que queremos que sea vista, esto nos ayudará para consolidar el camino hacia la percepción deseada.
Ten en cuenta que cada institución educativa promete ser la mejor opción, contar con el mejor plantel o el mejor plan de estudios, así que analiza bien cuál o cuáles serían la cualidades que tiene tu institución para diferenciarse de otras. De este modo también estarás enfocándote en un público más específico.
Hay que destacar que es imposible pensar en atraer a todos los alumnos, así que debes enfocarte en cautivar a los estudiantes ideales para tu escuela.
Ahora sí, finalicemos esta introducción para comenzar a compartirte el primer punto de estas recomendaciones:
Marca la diferencia: Como ya te lo adelantábamos, muchas instituciones parecen ser muy buena opción ante los ojos de estudiantes y padres de familia, quienes también sufren al momento de elegir la mejor opción, ya que, con diferencias tan sutiles entre una y otra, la selección de una sola escuela se torna muy complicada.
Sincérate contigo mismo y con tu equipo de trabajo para anotar los puntos fuertes de tu escuela, aquellos por los que vale la pena estudiar en ese lugar. Ya encontrando estos puntos, transmítelos de forma clara, con tu propio enfoque, mencionando las herramientas que brindas para que tus estudiantes tengan éxito y conocimiento.
Conocimiento de Marketing: La mercadotecnia clásica está basada en un concepto básico llamado Mezcla de la Mercadotecnia o cuatro P’s, que consisten en identificar las herramientas o variables de las que dispone el responsable de esta área para cumplir con los objetivos de la compañía, y se denomina cuatros P’s porque se hace referencia al Producto, Precio, Punto de venta y Promoción. Si no habías oído hablar antes sobre esto, no te preocupes, ahora te lo explicamos.
Producto: Todo gira en torno a tu producto (la escuela), así que da a conocer de qué manera tu producto satisface las necesidades o deseos de tus clientes (alumnos). Ten presente que el producto no es solo la estructura física, sino también las ideas o los valores de tu institución. Responde a las siguientes preguntas: ¿Qué vendo? ¿Qué necesidades satisface mi producto? ¿Qué características tiene mi producto? ¿Cuáles son los beneficios que se obtiene de cada una de ellas? ¿Qué valor agregado proporciona mi producto?
Precio: Aquí hay poco que aclarar, se trata de la cantidad de dinero que los alumnos deberán pagar para acceder a nuestra institución educativa, lo que probablemente es una de las cuestiones más difíciles de estipular. El precio es, probablemente, lo primero que consideran los estudiantes y padres de familia antes de elegir una escuela, pero no te preocupes, te ayudaremos a fijar el precio adecuado con estas acciones:
Realiza un estudio respecto a cuánto están dispuestos a pagar los estudiantes a los que pretendes llegar. Estudia y compara los precios fijados por la competencia directa. Calcula adecuadamente los beneficios netos que obtendrías con los distintos precios que plantees fijar, pero sobre todo plantéate estos cuestionamientos: ¿Qué valor tiene mi escuela para el estudiante? ¿Existen unos precios estándar establecidos o asumidos para nuestro producto (escuela)? Si bajamos el precio, ¿lograremos realmente conseguir ventaja competitiva en el mercado?
Punto de venta: Es el proceso mediante el que el servicio llega hasta nuestro cliente, es decir, nuestras instalaciones y trabajadores. El contar con instalaciones que vayan de acuerdo a nuestro precio e imagen externa o pública va a influir notablemente en la satisfacción de los alumnos y en la reputación de la escuela.
Promoción: Asegúrate de elegir todos aquellos medios, canales y técnicas que van a dar a conocer tu escuela de forma adecuada, recuerda que el lugar y la forma en que te anuncies es de suma relevancia para la reputación de la institución.
Crea el prestigio que buscas. Este punto se corresponde con el anterior. Si tu institución educativa ya tiene algunos años en el mercado, puedes hacer énfasis en aquellos estudiantes exitosos que han egresado y logrado el reconocimiento en sus respectivas labores. Por el contrario, si la institución va comenzando, recalca la plantilla docente con la que cuentas, las instalaciones, la vanguardia educativa teórica y práctica que empleas, la filosofía de la escuela, el ambiente y otros elementos que capturen la atención de estudiantes y padres de familia.
Estos son solo algunos consejos que te damos para tener la mejor reputación en tu escuela, aunque puede haber muchos más. Confía en la calidad del servicio que ofreces y, ¡mucho éxito!